Mes: mayo 2018

Con tanto ruido, que difícil escuchar

Por Carlos Francisco Restrepo P

Estoy seguro que soy uno de muchos a quienes, de pequeño, su papá (o su mamá tal vez) les llegó a decir, “mijo, a usted uno le dice algo por un oído y le sale por el otro”. Pero en mi caso, a veces ni siquiera me entraba por un oído, lo que molestaba aún más a mi papá. Y esto ocurría con tal frecuencia que se llegó al punto de creer que yo padecía algún tipo de limitación auditiva y, en consecuencia, en varias ocasiones fui llevado a que me hicieran exámenes de oído. Cabe aclarar que ninguno de ellos salió negativo, según los doctores yo tenía una audición perfecta. Pero la situación era tan persistente y llegaba a tales extremos, que en ocasiones mi pobre papá, totalmente desesperado y enojado, me decía, “usted parece SORDO”.

Debo confesar que aún me ocurre y que no es extraño que otras personas, generalmente cercanas, me hagan un reclamo por no tener en cuenta algo que me han dicho. Y claro, suele suceder que en muchas ocasiones pongo en duda el que me hayan dicho aquello por lo que reclaman, así que resulta un poco frustrante cuando surgen testigos que corroboran que en efecto me lo dijeron y que incluso asentí, como si estuviera poniendo atención. Realmente me sorprende el darme cuenta de la enorme capacidad de ensimismamiento que tengo. No es mi intención el no escuchar, pero a veces simplemente ocurre.

Por supuesto entiendo que escuchar es una señal de respeto y que, ante situaciones como las que he descrito, es comprensible que la otra persona se sienta mal respecto de mi comportamiento.  De seguro yo me molestaría si me pasara al revés.