Liderazgo y Emprendimiento

A buen emprendedor pocas palabras

Por Carlos Francisco Restrepo P

Me parece que hay una cierta visión del concepto emprendimiento que recientemente ha venido ganando terreno en el imaginario colectivo, inspirada muy seguramente en las denominadas empresas unicornio. Tal visión es la de un proyecto empresarial basado en tecnología, construido en un garaje, por un grupo de jóvenes creativos, a partir de una idea altamente innovadora, que rápidamente gana valor y se vende (total o parcialmente) por un número gigantesco de dólares, haciendo automáticamente ricos a sus creadores.  Por tanto, el arquetipo del emprendedor es alguien que logró construir un negocio multimillonario de la nada y que, gracias a ello, aparece en las listas de la revista Forbes.

El problema que veo con esta visión es que más del 95% de las empresas que hoy existen no cumplen con tal referente y, de seguro, los creadores de éstas se ven a sí mismos como emprendedores.

Lo que quiero decir es que hay otra manera de ver el emprendimiento, una que busca la construcción de un proyecto de vida, en la que la empresa resultante cumple con un propósito superior y es un lugar de realización personal. Este ha sido mi caso.

Empiezo por contar que he participado activamente en 4 procesos de emprendimiento, todos diferentes entre sí y todos iniciados desde cero. Aunque otras personas participaron en las 4 ocasiones yo he sido quien vendió la idea, tomó la iniciativa y se lanzó al agua primero. A pesar de esto no me considero a mí mismo como un gran emprendedor y claramente no soy lo que se podría llamar un emprendedor compulsivo. Mas bien podría decir que estaba buscando mi vocación. Y no se malentienda, en mi caso la vocación no era exactamente el emprendimiento, aunque yo si quería ser empresario, sino que el emprendimiento fue el camino que me permitió encontrar mi vocación.

De esos 4 proyectos hoy tengo en mi haber una quiebra, un abandono, una venta y un proyecto empresarial activo, con más de 13 años continuos de funcionamiento y en proceso de consolidación. No se si ello requiere una medalla a la persistencia o me deberían atar las manos para no seguir metiendo la pata. No obstante, en mi opinión, tales experiencias tienen gran valor y me dan una perspectiva amplia de lo que es construir una empresa desde cero.

Es con el ánimo de ayudar a otros que he escrito estas líneas, para que al emprender no arranquen de cero, sino que puedan tener algunas claridades que faciliten su proceso, que les permita planear mejor y anticipar lo que viene y les ayude a tomar mejores decisiones y cometer menos errores, o al menos a que no se caiga en los que yo ya cometí.  Por ende, si usted está emprendiendo o pretende llegar a hacerlo, le recomendaría seguir leyendo, de lo contrario abandone, pues lo que sigue es apto solo para emprendedores: