Liderazgo y Gestión del Cambio

Un mundo donde el cambio es la constante

Por Carlos Francisco Restrepo P

Recientemente, en el ámbito organizacional, viene tomando fuerza el uso del término VUCA para ayudar a explicar las relaciones de una institución u organización con su entorno.  Sin embargo, no se trata de un concepto nuevo, de hecho, la sigla fue acuñada en la década de 1990 a 2000, al interior del sector defensa de los Estados Unidos, uniendo los conceptos Volatilidad, Incertidumbre, Complejidad y Ambigüedad (por sus palabras en inglés). Con el término se buscaba describir, y ayudar a entender, las dinámicas y condiciones que ocurren en un mundo que pasó de estar dividido en bandos (durante la guerra fría), a uno donde hay multiplicidad de actores, tensiones y constante cambio.

Más que un concepto abstracto, el término VUCA contempla cuatro condiciones muy concretas que, aunque intangibles, tienen efectos muy reales sobre nosotros, sobre la manera en que vivimos, entendemos, nos relacionamos y tomamos decisiones, y en consecuencia sobre el desarrollo y desempeño de nuestras organizaciones. Cada una de estas cuatro condiciones tiene características e impactos específicos que se potencian al conjugarse, y si bien tienen gran capacidad de afectar, también representan oportunidad.

Como era de esperarse, una vez analizada la realidad del mundo post-guerra fría, y definido el concepto VUCA, quienes definieron el término, diseñaron un modelo para ubicar y relacionar las cuatro dimensiones y así poder analizarlas y entender mejor sus efectos, partiendo de dos variables: i) qué tanto sabemos de una situación, y ii) qué tanto podemos predecir el resultado de nuestras acciones. Dicho modelo se presenta en la figura siguiente:

Adictos por lo urgente

Por Carlos Francisco Restrepo P

Matriz urgente e importante

Una lectura obligada, cuando de administración del tiempo se trata, es los Siete Hábitos de la gente Altamente Efectiva, de Stephen Covey. Allí al describir el tercer hábito, Covey nos presenta su matriz de 4 cuadrantes sobre la administración del tiempo.

Con su análisis, Covey pone de presente que en el ámbito laboral el tiempo siempre está presente, las metas de la organización se relacionan con el tiempo, y tratamos de prepararnos y anticiparnos al futuro proyectando escenarios, y a través de la planeación. En este ámbito, importante es todo aquello que nos conduce y nos va a ahorrar tiempo en el proceso de lograr los resultados que queremos, y urgente es todo aquello que distrae y presiona el tiempo para desplazar (temporal o indefinidamente) dichos resultados.

A pesar de la amplia difusión de este concepto, y los ingentes esfuerzos de planeación que la mayoría de las organizaciones hacen, he notado que en muchas de ellas, la gente pasa la mayor cantidad de su tiempo en los cuadrantes 1 y 3, sin importar el nivel en el que estén, su profesión, o la localización que tengan, y esto a pesar que, al cuestionarlos, son conscientes de la necesidad de dedicar más tiempo a los asuntos importantes.  De hecho, me parece, que muchas personas, en mayor o menor medida, actúan (de forma un tanto inconsciente quizás), como si quisieran estar allí (en los cuadrantes 1 y 3), como si buscaran la sensación de premura que la urgencia brinda, en vez de la tranquilidad que la administración efectiva del tiempo ofrece.

A esto se le llama “adicción por lo urgente”.

Basta con hacerse algunas preguntas para empezar a dilucidar si quizás uno mismo se haya contagiado de éste síndrome o si está presente en su organización.

La culpa es de la Inercia

Por Carlos Francisco Restrepo P

inercia

¿Qué fue lo que hizo que no alcanzara a frenar mi carro y me estrellara camino a Medellín quince días antes de mi matrimonio cuando iba con mi entonces novia y actual esposa a la prueba de su vestido? ¡La inoportuna inercia!

¿Qué fue lo que dificultó tremendamente que pudiera mover mi carro cuando me varé por gasolina y tuve que empujarlo 300 metros hasta la estación de servicio? ¡La pesada inercia!

¿Qué es lo que hizo que mi esposa se bajara de un color verdoso de las tazas locas cuando fuimos al parque de diversiones porque su estómago se movió de un lado al otro a lo largo de los 5 minutos de duración del juego? ¡La mareadora inercia!

Propósito y Actitud

Por Carlos Francisco Restrepo P

Hay que entender que ese concepto, al que venimos llamando propósito, normalmente no cuenta con unas bases totalmente racionales, de hecho, sus bases suelen ser, por decirlo de alguna manera, más intuitivas, e incluso quizás, instintivas o creativas. Por ello, para poder comprender cómo se lidera desde el propósito, hay que entender algunos elementos básicos de la naturaleza humana[1].

Si la gente que compone la organización está alineada con el propósito, significa que el Empresario ha logrado trasmitir adecuadamente su idea y contagiarla, y por tanto, que el comportamiento de dichas personas es coherente con lo que se espera, según su posición y nivel, y que ponen todo su empeño y energía en lograr los resultados esperados. Contrario sensu, si no hay alineación, el comportamiento y la actitud de las personas no serán los adecuados. Esto implica que el proceso de alineación requiere impulsar un cambio, de nivel personal, en las personas que trabajan en la organización.