Mes: septiembre 2018

Organizaciones sostenibles, apuesta para el futuro de todos

Por Carlos Francisco Restrepo P

Hace algunas semanas, en una conversación con algunos amigos empresarios, surgió la pregunta ¿qué debe hacer que una organización para llegar a ser sostenible y perdurar en el tiempo?

Traje entonces a colación un referente en este tema, el libro “Empresas que Perduran”, de Collins y Porras[1], del cual compartí las siguientes ideas:

  • No hay ningún conjunto “correcto” de valores básicos para ser una compañía que perdura, dos compañías pueden tener ideologías radicalmente distintas y, sin embargo, ser ambas visionarias.
  • La variable crucial no es el contenido de la ideología sino cuán profundamente la compañía cree en ella y cuán consecuentemente la vive, en tal sentido, las compañías que perduran no se preguntan, ¿Qué debemos valorar? sino, ¿Qué valoramos realmente en lo más hondo de nuestro ser?
  • Contrario a lo que sostienen algunas facultades de administración de negocios, maximizar la riqueza de los accionistas o maximizar las utilidades no ha sido el motor ni el objetivo primario en la historia de las compañías que perduran. De hecho, estas persiguen un grupo de objetivos, de los cuales hacer dinero es sólo uno, y no necesariamente el principal. Paralelo a maximizar la utilidad, cuentan con una ideología básica y un sentido de propósito más allá de la rentabilidad. Paradójicamente, son más rentables que las compañías motivadas únicamente por el lucro.

Coincidimos entonces los presentes, en que el equilibrio entre propósito y rentabilidad entre el corto y el largo plazo es una de esas condiciones que se requieren para perdurar en el tiempo. Ello implica que se da al propósito de la organización un lugar preponderante y que la estrategia gira en torno de él y conlleva a entender que, si bien la rentabilidad es necesaria, debe ser el resultado de cumplir con el propósito y de crear o consolidar internamente las capacidades que permitan dicho cumplimiento. También coincidimos en que dicha condición, si bien es necesaria, no resulta suficiente, por lo que la conversación nos llevó a compartir y concretar otras ideas que describen condiciones también necesarias para la sostenibilidad de la organización; he aquí el listado de las mismas: