Mes: junio 2016

Una realidad dividida

Por Carlos Francisco Restrepo P

piezas de rompecabezas

En mi opinión resulta evidente que el concepto “izquierda” solo existe en la medida que hay un concepto “derecha” y viceversa, y sin embargo son vistos como contrarios. De hecho, al señalar la posición de algo como a la izquierda o a la derecha, hay que precisar un punto de referencia, pues algo puede estar a la derecha de un objeto y a la vez a la izquierda de otro.

Para reforzar esta idea pongo de presente que el cóncavo no existe sin el convexo, aunque de hecho ambos confluyen en una ola, el norte no existe sin el sur, y es claro que ambos forman parte de un territorio, así como el concepto de arriba no existe sin su antónimo, el abajo, y ambos necesitan de la gravedad para poder señalarse.

Adictos por lo urgente

Por Carlos Francisco Restrepo P

Matriz urgente e importante

Una lectura obligada, cuando de administración del tiempo se trata, es los Siete Hábitos de la gente Altamente Efectiva, de Stephen Covey. Allí al describir el tercer hábito, Covey nos presenta su matriz de 4 cuadrantes sobre la administración del tiempo.

Con su análisis, Covey pone de presente que en el ámbito laboral el tiempo siempre está presente, las metas de la organización se relacionan con el tiempo, y tratamos de prepararnos y anticiparnos al futuro proyectando escenarios, y a través de la planeación. En este ámbito, importante es todo aquello que nos conduce y nos va a ahorrar tiempo en el proceso de lograr los resultados que queremos, y urgente es todo aquello que distrae y presiona el tiempo para desplazar (temporal o indefinidamente) dichos resultados.

A pesar de la amplia difusión de este concepto, y los ingentes esfuerzos de planeación que la mayoría de las organizaciones hacen, he notado que en muchas de ellas, la gente pasa la mayor cantidad de su tiempo en los cuadrantes 1 y 3, sin importar el nivel en el que estén, su profesión, o la localización que tengan, y esto a pesar que, al cuestionarlos, son conscientes de la necesidad de dedicar más tiempo a los asuntos importantes.  De hecho, me parece, que muchas personas, en mayor o menor medida, actúan (de forma un tanto inconsciente quizás), como si quisieran estar allí (en los cuadrantes 1 y 3), como si buscaran la sensación de premura que la urgencia brinda, en vez de la tranquilidad que la administración efectiva del tiempo ofrece.

A esto se le llama “adicción por lo urgente”.

Basta con hacerse algunas preguntas para empezar a dilucidar si quizás uno mismo se haya contagiado de éste síndrome o si está presente en su organización.